Qué es el juicio ético y popular a los ecocidas

En las últimas décadas la imposición de modelos extractivistas sustentados en el saqueo de la naturaleza posicionó a actores económicos, políticos y sociales que -haciendo un uso corporativo del territorio- se constituyen como eslabones claves de las cadenas contemporáneas del neocolonialismo. Son operadores centrales del extractivismo, del saqueo de los bienes de la naturaleza, de la destrucción y contaminación de los territorios y de la vulneración de los derechos de las poblaciones.
El Juicio Ético y Popular a los Ecocidas se propone sostener un proceso de justicia popular, tomando como casos emblemáticos algunos de esos actores hegemónicos que actúan en el Abya Yala y dando cuenta de las políticas públicas y privadas que favorecen este accionar, así como a sus responsables.
Como nos hemos planteado en otras instancias de juicios éticos -a las transnacionales a la justicia patriarcal-, si la expropiación de la Justicia forma parte de la expropiación estructural del orden neocolonial presente, abrir un proceso de Juicio Ético y Popular contra sus principales operadores y cómplices, pretende ser un acto contra-colonial que contribuya a abrir brechas de emancipación.
Realizamos entonces un Juicio Ético y Popular a los Ecocidas con audiencias en diferentes regiones del país y del Abya Yala, juzgando a los diversos actores que tienen responsabilidad en la expansión de un modelo de despojo y muerte: las empresas transnacionales y nacionales afines al saqueo de los bienes comunes, los medios de comunicación, las instituciones internacionales de crédito, las universidades, centros de investigación e institutos que reproducen un paradigma científico hegemónico al servicio de las empresas, entre otros.
Sostenemos esta propuesta en el marco de la Escuela de Derechos de los Pueblos Berta Cáceres, donde la dimensión pedagógica y política constituye un modo de creación del conocimiento del que se nutren los procesos de formación de los movimientos populares. Los juicios son un modo colectivo de creación de saberes, que no reproducen pedagogías verticalistas ni autoritarias que niegan o invisibilizan los saberes de los pueblos. Sino por el contrario se construyen y desarrollan a partir del conocimiento popular y colectivo.

Dimensión Pedagógica de los Procesos de Justicia Popular

A partir de reconocer que no es el camino de la institucionalización el que va a resolver las injusticias, seguimos optando por ocupar las calles, las plazas, las redes, para encontrarnos, compartir y socializar los conocimientos que venimos construyendo colectivamente. Nuestra defensa está en la unión, la organización, la movilización. La defensa está en perder el miedo que nos ha ido disciplinando desde la colonización y en inventar nuevas formas de justicia para romper con las estrategias que el gobierno, los grandes medios de comunicación hegemónicos y las empresas nos imponen.
Por eso proponemos un Juicio Ético Popular a los Ecocidas, con la necesidad de ir construyendo un sentido común popular, feminista, colectivo, de justicia, y para que sean los pueblos quienes participen activamente y elaboren una sentencia. Reivindicamos como aprendizaje el recuperar la justicia en nuestras manos, porque son los pueblos, la memoria ancestral y los acuerdos comunitarios los que tienen que definir lo que pasa en los territorios.
El Juicio Ético a los Ecocidas se enmarca en una propuesta de educación popular que sigue siendo, hoy más que nunca para la libertad, porque entendemos nuestras prácticas como una dimensión pedagógica de las batallas anti-patriarcales, anti-capitalistas y anti-coloniales. Este proceso ético, popular, comunitario, feminista, se propone ampliar nuestro análisis crítico de la violencia ecocida, genocida, etnocida y de los modos de enfrentarla, para contribuir con los procesos de resistencia popular, y aportar a la fundamentación política, jurídica, comunicacional, pedagógica de los mismos.
Nuestra tarea histórica implica promover la pedagogía de las resistencias, la pedagogía de la memoria, la pedagogía de la indignación, de la rabia y de la esperanza, para caminar develando que el capitalismo extractivista no lleva a los pueblos al «desarrollo» prometido, sino que es una historia que se escribe con la opresión y la sangre de nuestros pueblos.

Ejes Transversales

En el Juicio a los Ecocidas vamos a considerar como ejes transversales las miradas feministas, porque consideramos que las políticas extractivistas, las políticas ecocidas, afectan de forma particular a los cuerpos de mujeres y de disidencias antipatriarcales, y es necesario tener en cuenta el aporte de los feminismos a la denuncia de las violencias, y a pensar otra justicia, otra forma de defensa de la vida en todos los territorios.
Otro eje transversal es la denuncia de la criminalización de la protesta de los movimientos, los ataques y persecución a las defensoras y a los defensores de las comunidades y de la Naturaleza, que viene profundizándose, así como se profundiza el saqueo. La criminalización adquiere formas cada vez más crueles, a través del hostigamiento y las múltiples violencias.

Objetivos

1. Denunciar colectivamente el contexto de profundización del extractivismo y las prácticas ecocidas, identificando a sus responsables, en sus distintas expresiones y responsabilidades: empresas, gobiernos, Iglesias, medios de comunicación de masas, universidades, fundaciones, países financiadores, etc.
2. Identificar los impactos de esta destrucción sobre la naturaleza, y sus alcances para otras generaciones.
3. Identificar los impactos de esta destrucción para las comunidades y pueblos. Establecer los vínculos entre las políticas ecocidas, genocidas, etnocidas, claramente violatorias de los derechos de los pueblos.
4. Identificar los impactos de esta destrucción para las mujeres, lesbianas, trans, travestis, identidades diversas disidentes del héteropatriarcado.
5. Identificar los procesos de criminalización de quienes resisten la destrucción de las políticas
extractivistas.
6. Valorar los procesos de resistencia y rebeldía frente a la violencia colonial, capitalista, patriarcal, y la constitución de sujetos organizados que los promueven, y de alianzas posibles entre los mismos.
7. Hacer ejercicios de memoria colectiva de las resistencias populares y de los aprendizajes que nos dejaron quienes abrieron camino en esta dirección.
8. Continuar convocando a diversas asambleas y organizaciones socioambientales, populares y feministas, a la construcción de nuestras redes anticapitalistas, antipatriarcales y anticoloniales. Acuerparnos y acompañarnos en nuestras luchas.
9. Construir una sentencia desde los pueblos, que condene a estos crímenes de lesa humanidad y de lesa naturaleza.
10. Producir materiales teóricos, pedagógicos y comunicativos que permitan socializar los saberes colectivos creados a partir de las luchas, y en las audiencias.

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